viernes, 30 de noviembre de 2012

La Contemplación y la Investigación

Los espíritus que inspiran a los tiempos. El monacato bajo la Santa Regla de San Benito, y el genio de Leonardo Da Vinci, que inspiró a todo el arte, la cultura, la investigación y el ingenio para el diseño.

Dos espíritus que han reinado en dos tiempos, Benito que reinó durante toda la edad media, sufrió mucho durante el período de la edad moderna y en la época de las revoluciones, hoy está cobrando interés y fuerza nuevamente. Da Vinci hoy está en su mayor apogeo, el arte, la sensualidad, la sexualidad, el ingenio y las invenciones de la ciencia están en su mejor momento.

La vida monástica ha sido un oasis espiritual en medio de los campos durante la edad media. Los monjes han sido consejeros, instructores y han evangelizado no tan solo a los pueblos sino a los reyes, han tenido un lugar privilegiado dentro de la política. El Papa Gregorio I Magno, muy conocido por su Misión Gregoriana, de la que hablaré también, se inspiró en la Santa Regla para ordenar a los monjes que envió por todo el mundo a lugares remotos. Carlomagno unificó las reglas monásticas en la Regla de San Benito. Las órdenes que resurgieron sobre el año mil, revivieron la vida monástica inspirada en el santo. Ya durante la Baja Edad Media la vida monástica inspirada en el santo rivalizaría con las órdenes mendicantes inspiradas en Francisco de Asís, y para finalmente ser perseguidas durante la Reforma Protestante. Su vida estaba centrada en la contemplación, en el 'ora y trabaja', vivían en comunidad con hermanos en la fe, se instalaban en medio del campo, en reinos distantes, labraban la tierra, cosechaban, celebraban la Liturgia diariamente, meditaban la Palabra, compartían en una sola mesa la comida, evangelizaban y tenían una regla disciplinaria basada en la Regla de San Benito. Hoy en día se cuestiona a la vida monástica, la creen inútil porque dicen que no hacen nada por la sociedad, pero en la historia han hecho mucho, han influido en las cortes de los reyes y en el poblado, han evangelizado al tiempo de vivir en comunidad, quizás hoy en día hayan perdido espacios por el avance del laicismo.

Y ahora hablaremos de Leonardo Da Vinci, el genio por excelencia del llamado Renacimiento, artista, pintor, inventor, escritor, estudioso. Estudió la biología y la estética del cuerpo humano, se animó a exaltar la belleza física y la desnudes. Se dice que probablemente era homosexual. Se adelantó y diseñó e imaginó entre sus inventos al helicóptero y al submarino. Entre sus obras utilizó un lenguaje simbólico y al parecer dejó mensajes en ellas. Su genio y su espíritu son de gran admiración, realmente fue el representante de la época del renacimiento, y hoy más que nunca sigue siendo inspiración. La ciencia, el arte, la estética y el ingenio, incluso la libertad, no pueden ser tenidos en cuenta sin conocer a este hombre. Entre sus grandes obras, está la muy conocida 'La última Cena', en la que inmortalizó ese evento y cualquiera que imagine ese instante piensa en la obra de Da Vinci. Fue un ermitaño de la investigación, un bohemio, un pensante. Da Vinci sigue dando forma y pintando nuestro actual mundo.

He aquí estos dos grandes inspiradores de los tiempos, que parecen contrastar, pero lo más importante es lo rico en que nos nutren.

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