Oportunista, calculador, estratega e inteligente. Surgió en medio de la anarquía de la Revolución Francesa (1789-1799), en cuanto a la necesidad del momento, fue el hombre indicado.
Si bien la historia lo conoce por sus grandes hazañas y sus honorables virtudes, también se lo puede retratar como el personaje que rompió con las tradiciones, y cuando hablamos de las tradiciones, nos referimos a la Iglesia Católica y al Antiguo Régimen, la Monarquía Cristiana.
Además, que no solo apreciamos esa rotura con el pasado medieval de Europa, sino que surge un renacimiento del Antiguo Imperio Romano, y como punto negativo rompe con todo el orden cristiano.
Aparecen nuevamente de la revolución que se expande por el mundo, los espíritus apasionados desenfrenados, las guerras, el ateísmo, la locura por la ciencia, las modas, todo el ruido de las ciudades, lo excéntrico, y la guerra silenciosa contra todo orden que pertenezca a Dios.
La barbarie y todos los monstruos son despertados, y las más grandes crueldades que la ciencia y las naciones juntas pueden hacer con el hombre y contra el hombre. En medio de todo ese vacío que deja a su paso, el hombre se refugia en todos los placeres de lo mundano. Dios es arrancado del corazón para volver al hombre un monstruo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario