Parlamentarismo y Cesarismo, dos formas de gobiernos distantes:
En la edad media, la silla de jefe de Estado estaba algo ausente por los reyes que se iban muchas veces a la guerra y a las cruzadas. Ni siquiera los papas manejaban a los ejércitos del mundo de forma simple, dependían del 'sí' de los reyes a sus convocatorias o llamados. Incluso para resolver muchas cuestiones eran muy comunes los concilios. Los reyes, como es el caso de los emperadores germánicos como los de Inglaterra, convocaban a los príncipes, a los señores feudales, a los caballeros e incluso al clero, para cuando necesitaban de fondos y concejos para una campaña bélica. La edad media brilla por la ausencia de un estado nacional, un ejército permanente, y una hacienda pública, toda empresa corría por cuenta de cada uno, y las grandes empresas por una conjunción de acuerdos. Ni el rey ni el papa decidían de forma absoluta los destinos del mundo, siempre dependían de las decisiones generales.
El otro caso antagónico a este modelo, es el cesarismo romano, basado en las grandes cualidades del líder, en su inteligencia, su retórica, su talento y conocimientos, era el guía del mundo, el senado o sea el 'parlamento' era simplemente un órgano consultivo, sin poder de influencia sobre las decisiones, las mismas corrían por cuenta del emperador, que era jefe supremo del ejército, de la economía y del estado. Su poder se mantenía a base de la fidelidad del ejército y del populacho. El emperador a diferencia de los reyes y papas medievales, tenía poder de movimiento en las empresas, no dependía de otras decisiones, ni de reyes, ni de nobles, incluso ni del pueblo o el ejército, su capacidad de persuasión le bastaba para obtener el favor ellos, algo similar a como en la edad media se entendía por el favor de Dios el de la Gracia divina.
La edad media ha sido la tierra fértil para el desarrollo del parlamentarismo, en cambio el imperio romano ha sido tierra fértil para la demagogia y la ignorancia centrados en el carisma del líder.
Existe un caso claro, como el de Inglaterra, pues cuando el rey Ricardo Corazón de León se fue a la cruzada convocada por el Papa, prácticamente no gobernó a su reino y le dejó una carga fuerte de impuestos para su empresa bélica. Cuando muere, su débil hermano asume la regencia, y prácticamente ha sido guiado por los nobles y el clero, firmando una llamada 'Carta Magna' donde constataba que su gobierno era compartido con los señores feudales. Así los reyes que poco han tenido de hombres de estado, relegaban las decisiones de gobierno a otros, así el parlamento fue creciendo en fuerza y poder, hasta que un día termina por someter al rey de forma total, quedando éste simplemente como un mero símbolo de la realeza. Luego serían los burgueses que irían tomando parte en el parlamento, ya que como manejaban grandes caudales de riquezas y recursos el mismo rey los convocaba para pedir su ayuda. Los parlamentarios se hacían cultos en materia de estado frente a la ignorancia y rechazo que el rey tenía por dicha materia.
En cambio en el caso del imperio romano, crecía el culto en la persona del gobernante, idealizándolo hasta al punto de endiosarlo. El populacho y el ejército le juraban férrea lealtad a su líder y le seguían a donde él fuere. Así el gobernante a todas luces era vidente mientras el resto se ponía la venda y se sumergía en la ceguera y en la falta de información. La demagogia crecía y el mundo cada vez era más inculto en el sentido de que era 'mal informado y manipulado'.
Estas son las dos formas de gobierno conocidas en la historia, que fueron evolucionando en cada época y transformándose de una forma a la otra en un continuo retorno.
viernes, 7 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario